Arranca el primer encuentro online del ciclo “2012-2022 DIEZ AÑOS PARA UNA IGLESIA EN SALIDA: UN CAMINO DE FRATERNIDAD TRAS LAS HUELLAS DE ABRAHAM”

Arranca el primero de una serie de encuentros online, con el fin de celebrar junto a nuestros misioneros el décimo aniversario del nacimiento de las sedes misioneras de la Comunidad en distintas iglesias locales europeas (Italia, España, Suiza, Malta, Irlanda del Norte). El 8 de marzo, nuestros miembros misioneros se conectaron desde las diversas sedes europeas y, tras un momento de participada alabanza y agradecimiento a Dios y testimonios, pudieron saborear la reflexión de Mons. Javier Salinas Viñals, Obispo auxiliar de Valencia, sobre las palabras que el Papa Francisco nos dirigió durante la audiencia privada del 14 de Septiembre de 2019 : “No tengáis miedo a inspirar vuestra vida y vuestro hacer al gran patriarca Abrahán, nuestro padre en la fe. El os enseña, sobre todo, a obedecer la llamada del Señor“.Posterior a la reflexión hemos seguido con un nutritivo momento de compartir y de oración por la paz.

Mons. Javier nos ha animado a reconocer que, en la situación actual, el hecho de poder compartir la Palabra de Jesús es ya de por sí un milagro y que en nuestra experiencia comunitaria se encuentra la vivencia de Abrahán, el cual por fe “… llamado por Dios, obedece yendo a un lugar que debia recibir como herencia y emigra sin saber a dónde iba. Por fe habitó en la tierra prometida como en una nación extranjera” (Eb 11,8-9). Abrahán, que sale por fe como peregrino y se siente como extranjero, es para nosotros una fuente que nos lleva lejos y de la cual conseguiremos inspiración para seguir adelante, porque se ofrece la “puerta” de la fe. Como él podemos sentir actualmente la sensación de ser “extranjeros” pero al mismo tiempo portadores de algo novedoso. Él nos da su espíritu para poder tener sus sentimientos y manifestar a los demás la vida nueva que se otorga cuando creemos en él. Jesús no es simplemente un testimonio de algo maravilloso, pero con su espíritu estamos unidos a él y cualquiera de nosotros puede llevar adelante esta aventura. Si no fuese por el Espíritu Santo, Jesús quedaría como un mero personaje pasajero. Gracias al Espíritu Santo que habita en nuestro corazón, aunque estemos lejos, existe entre nosotros una fuerte comunión.